Ayuda a todos los miembros de la familia a reestructurar y definir las bases de su nueva relación presente y futura en base al equilibrio y la flexibilidad, negociando desde la colaboración y la voluntariedad.

Es un proceso voluntario, en el cual las personas piden la intervención de un mediador neutral, en caso de:

• Ruptura del matrimonio por separación, divorcio o nulidad
• Ruptura de parejas de hecho
• Crisis de comunicación
• Disputas económicas: Reparto de bienes y deudas comunes
• Desacuerdos en los alimentos, pensiones, régimen de visitas…
• Elaboración de Convenios Reguladores y/o Planes de Coparentalidad
• Discrepancias intergeneracionales (entre hermanos, padres/hijos, padres/abuelos…)
• Dificultades en la convivencia (dependencia en cualquier grado)
• Procesos de filiación (temas de adopción, vínculos entre diferentes familias)
• …

En las relaciones familiares las Mediaciones aportan un plus en lo que a convivencia y comunicación se refiere, ya que se consiguen aclarar malentendidos, se disminuyen tensiones o incluso se desescalan potenciales situaciones de violencia doméstica. Todo el mundo se siente ganador, ya que lo que se acuerda beneficia a TODOS los implicados, creando las bases de la cooperación y el respeto mutuo que regirán las relaciones futuras.